En las calles de Pachuca, Hidalgo, una profesora jubilada ha levantado su voz en una manifestación singular y conmovedora. Con carteles que expresan su dolor y su desesperación, exige el derecho a poner fin a su sufrimiento a través de la eutanasia.

Esta valiente mujer, que ha dedicado años de su vida a la educación, ahora enfrenta una batalla más personal: una enfermedad debilitante en su columna vertebral que ha convertido cada día en un desafío insoportable. A pesar de haber recurrido a todos los tratamientos disponibles en el ISSSTE, el alivio sigue siendo esquivo, dejándola atrapada en una prisión de dolor constante.

Su manifestación no solo busca atención para su caso individual, sino que también arroja luz sobre una cuestión más amplia: el derecho de cada individuo a decidir sobre su propia vida y muerte en circunstancias de sufrimiento extremo y sin esperanza de mejora. Es una llamada urgente a la compasión y la empatía por parte de las autoridades y la sociedad en general.

Mientras sostiene sus carteles, esta profesora jubilada representa a muchos otros que enfrentan circunstancias similares, pero que quizás no tienen la oportunidad o el coraje de alzar la voz. Su valentía y determinación son un recordatorio poderoso de la necesidad de abordar la eutanasia desde una perspectiva de comprensión y respeto por la autonomía individual.

Con información de: NTV+